De entradas post-mortem 3

Nos encontramos de nuevo en la entrada más esperada del año; aquella en la que repaso todo lo que he hecho, recalcando los días que destacan por especiales y felices. 

He intentado limitar un poco la lista al 5% de los días pero la mitad son viajes de más de una semana así que ha sido un fracaso. Por orden cronológico:

También hay muchos más momentos especiales que se quedan fuera por no han llegado a llenar un día, como la cena de navidad con los Macondos, las tardes tocando con Diegazo, el día cambiando el líquido de los radiadores con Padre, los días de senderismo con Diegazo, el carnaval de Ciudad Real, todas las tardes jugando con Elara, Javinillos y la cena en Macondoel senderismo por Ruidera, la mañana construyendo la habitación en el campo, la meteomida de verano y la de invierno, bajar al panteón de Ocaña, el teatro en el Corral de Comedias en la que llovió, la presentación del libro del Colega, la cena (hasta muy tarde) en el campo de Carlos, las tardes en el campo del Ferla cena en casa de Pedro, el día en las lagunas con los Nitros, las quedadas con Agus en Ciu, la comida en casa de Elena, el día en Ruidera con los madrileños, la fiesta de disfraces de vaqueros por el cumple de María, el día que cocinamos un pollo del campo, el bufet libre asiático con Madre, el día con María en un asador argentino y un cine con sillones y la comida siguiente a nochebuena en Ocaña

Releyendo las entradas me doy cuenta de lo muchísimo que he viajado a Madrid; un día estoy en Almagro de normal y al siguiente me encuentro una entrada cenando con mis tíos.

También me parece curioso la gran cantidad de cumpleaños que hay en estos días y lo triste que es que esperemos a fechas tan arbitrarias para decidir hacer planes especiales.

Igualmente, es una sensación rara vivir un día, normal en el momento de escribirlo, y que el tiempo, la perspectiva y la fuerza que genera recordarlo varias veces lo conviertan en uno especial digno de la lista de arriba. Son interesantes el origen esquivo y la fugacidad de la felicidad.

Es interesante porque, aunque no lo entienda del todo, haber pasado un año tan bueno en el que he hecho tantas cosas y viajado tanto me hace sentir cierta presión por intentar hacerlo un poquito mejor en año que viene; como una necesidad de mejora constante bajo amenaza de tristeza por no conseguirlo.

Y, por último, me gusta mucho que María siga apareciendo en la mayoría de estos días.

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Desde que los bots indonesios se cansaron del blog el año pasado he dejado de mirar las estadísticas, pero las adjunto al igual que otros años.

El pico en junio-julio corresponde al viaje por Europa, aunque no sé qué pasó el 1 de diciembre

Las entradas con más visitas

Y visitas por país. Saludito pa mi crew desde Bélgica

A estas alturas del blog no tiene sentido fingir que me plantee dejarlo; me gusta mucho tener mi almacén de la memoria personal. Además, me he dado cuenta de que poder compartir las entradas de viajes con las personas con las que los hago me parece genial, y me anima mucho saber que ellos también releen las entradas de vez en cuando para recordarlos.

Por todo lo de arriba, nos vemos mañana, laconics of the world.

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