De rumbitas ebrias y diásporas nocturnas

El plan del día era una BBQ en el campo de Carlos. Por la tarde fui ir a comprar con Diego y Elena, esperamos a Félix y Sandra fuimos de manera totalmente legal al campo.

Tras charlar un rato y buscar móviles nuevos Diego para reemplazar el que se le acababa de morir, me ocupé de la cena mientras Elena preparaba unos tintos de verano con más tinto del que seguramente era necesario.


Embriagados por los efectos eufóricos del alcohol, hasta nos fuimos por bulerías.

En realidad cantamos la de Madre anoche en las trincheras

Inicialmente nos íbamos a haber ido antes, pero como todos íbamos flying y no podíamos conducir nos quedamos un rato más, aunque se nos olvidó y nadie dejó de beber.

En mitad del campo hacía bastante frío y nos arropamos con las toallas que inicialmente iban a haber sido para la piscina.


Sobre las 4 nos volvió a dar hambre y terminamos de hacer lo que quedaba.

Un rato después el sueño era a duras penas soportable.

Y finalmente a las 6 y algo optamos por volver andando al pueblo.

Llegamos a casa media horilla después y a las 7 me metí en la cama.

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