Diario lacónico

Inicialmente íbamos a dedicar más tiempo a ver Guada, pero tras la vuelta de anoche y ver que no había mucho más decidimos apurar la mañana en el hostal hasta las 12. Una vez recogidas las cosas con diligencia marcial, las llevamos al coche y buscamos un bar donde desayunar. La tosta de miel y aceite estaba bastante buena Una vez full de energía recordamos que nos faltaba por visitar el museo de la ciudad y fuimos a verlo hablando en inglés. Foto fallida Un poco mejor Al principio del viaje pensamos en pasar también al zoo, pero se nos olvidó y salimos directamente a Alcalá de Henares. Aparcamos milagrosamente gracias a un coche que se iba y fuimos a ver la universidad. Las calles principales. La plaza. Los lados estaban llenos de puestos navideños Y un flying tiger que nos encontramos de casualidad para buscar regalos para el amigo invisible. Sobre las 3 volvimos a la plaza y acabamos en un Burger comiendo algo rápido antes d...

Aunque fuera de la habitación helaba, los sistemas de calefaccion modernos nos mantuvieron (incluso demasiad) calentitos por la noche y nos levantamos como si fuera verano, pero al abrir la ventana recordamos que no. Tras recogerlo todo diligentemente, a las 9 estábamos bajando a desayunar allí donde anoche cenáramos. Media hora después estábamos saliendo hacia el hayedo de la Tejera Negra y a las 10 estábamos aparcando en un parking vacío. Hicimos la ruta blanca, que nos llevó hasta la 1 y media o así, y estas son las fotos que fuimos haciendo. En general parecía que estábamos en el Cretácido inferior y si hubiera aparecio estegosaurio de repente no me habría sorprendido mucho. Poco después de esta foto llegamos a un riachuelo y empezó un camino cuesta arriba que casi acaba con nosotros, pero después de par un par (ó 5) de veces conseguimos llegar al ...

Nos levantamos gracias a los despertadores (porque en Hita no hay ni gallos) y terminamos de recoger las cosas mientras desayunábamos unas galletas con leche que se trajo María. Tras subir las cosas al coche, dimos una última vuelta por el pueblo a ver si por la mañana era un poco más bonito pero resultó que no. Deshicimos el camino de ayer para llegar hasta Humanes, llenamos depósito y condujimos media horailla hasta el monasterio de Bonaval, y aunque el camino hasta el pueblo transcurrió sin problema, las indicaciones para llegar desde ahí al monasterio eran obtusas y crípticas.  Aunque María se bajó para mirar unos carteles con indicaciones, unos disparos lejanos de cazadores  guadalajareños le hicieron pensárselo mejor y volvió corriendo al coche. Al final acabamos metiéndonos por caminos erróneos y terminamos parando en mitad de un monte rodeados de niebla para evaluar la situación. Finalmente dedicimos que era imposible que fuera por a...