De sepultureros funambulistas y piscinas gélidas
La maldición de las cortinas translúcidas me persigue allá donde vaya, y cuando empezó a entrar un poco de luz por la ventana me desperté.
Después de desayunar con Madre en la plaza y encargar unas flores, quedamos con Pedro y Mariaje fuimos al cementerio. El panteón empiez a estar lleno así que teníamos que marcar los nichos con restos de gente sin familiares vivos para que el sepulturero de turno los lleve a un osario.
Aunque inicialmente íbamos bajar todos, mi tia y mi madre vieron la escalera y decidieron que no hacían tanta falta abajo.
Y después de marcar las que tenían que irse hicimos un vídeo para comprobar que tras el sepulturero todo se quedaba como estaba.
Y por supuesto limpiamos la parte de arriba.
Y dimos una vuelta por algunos familiares de mis tíos.
Al final terminamos a las 12 y algo y fuimos directamente al campo a bañarnos.
Volvimos a casa a la hora de la siesta, algo sagrado para mi tio, y a las 9 quedamos otra vez para dar una vuelta por Ocaña.
Y terminamos en la plaza, tomamos un par de rondas y volvimos al Rincón de Pepe a cenar algo.
Al final nos dieron la 1 y algo cuando nos fuimos a dormir.
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