De camareros mohínos y viajes de vuelta a casa

No voy a engañar a nadie; he ido dejando esta entrada y ya han pasado dos semanas, así que o la hago ahora o nos quedamos sin el domingo de Plasencia. Por suerte me fui grabando audios resumen de lo que iba pasando, porque si no lo iba a tener complicado (qué volátil es la memoria). Por la mañana Jaime y yo nos despertamos antes de que sonara la alarma; a las 9 y media ya estábamos en pie y fuimos a despertar al resto, y fue al intentar entrar en la habitación de Álvaro y Joseda cuando vimos que habían hecho una barricada bloqueando la puerta con una cajonera por si alguien entraba de noche. Estuvimos recogiendo y ordenando todo un poco, y cuando terminamos jugamos un par de partis al código secreto en el salón. Cuando terminamos llamamos al casero para que se pasara a por las llaves y mientras fuimos llevando las maletas al coche, y como tardaba más de lo esperado nos sentamos en uno de los bancos a la sombra del parque enfrente del piso a esperarle. Cuando conseguimos devolver l...