De mañanas ociosas, playas con escalerillas y llaves escondidas

Aunque en principio era día laboral no podía importarme menos la tarea con la que estaba en el trabajo, y como prefería aprovechar mi ultimo día en Tenerife me lo pedí de vacaciones. Pasé la mañana con las argentinas en la sombrilla de la piscina y después de comer lo que me fue sobrando tosté un par de trozos de pan y les gratiné el queso que me sobró de la empanada para llevarme la cena preparada. El plan de la tarde era ir a la playa de roca de Candelaria, así que tras meter las cosas en la mochila, una última partida de ping pong y una ducha rápida di una vuelta de despedida por las zonas comunes del coliving. Fuimos en coche hasta la playa y el Diego no tardó mucho en meterse. Entre el tobillo, que mi vuelo salía en un par de horas y que no llevaba bañador mi idea inicial era no meterme, pero spoiler acabé en el agua. El agua estaba increíble, pero flotar en mitad del océano cansa bastante y a los 10 ó 15 minutillos no salimos a secarnos al sol....