De rutas bloqueadas, perros senderistas y segundas efemérides

La amiga de Diego que iba a venir con nosotros le dijo que por la noche le había dado hipotermia así que a las 9 salimos los 2 y Rocco dirección Los Picarazos hablando de la infinitud del universo, de la evolución y de teorías ligeramente eugenésicas.


Tras un par de horas de coche llegamos al inicio de la ruta para ver que estaba vallada con un cartel de caza, así que ante la amenaza de ser confundidos con perdices buscamos otro camino para entrar.

Al final acabamos dejando el coche en la entrada de lo que parecía otra ruta distinta e improvisando el camino.


Haciendo parkour por el monte terminamos llegando a un valle con lo que parecía una antigua casa de pastores en ruinas.


Y seguimos nuestra marcha a través de camino que no sabíamos si estaban hechos por hombres o por bestias salvajes, y cuando no supimos cómo seguir emprendimos el camino de vuelta.

A las 2 llegamos a un río junto al que paramos para comer y comprobé con horror que me había dejado mi bocadillo de ambrosía en casa y Diego, ante la alternativa de dejarme morir de inanición, me ofreció en un gesto de generosidad espléndida la mitad del suyo.

Momentos después de comer

Con renovadas energías volvimos al coche, llegamos a las 3 y algo y pusimos el GPS dirección Bienservida para tomar un cafecito al sol.

Y una hora y media después pusimos rumbo a casa.

Era el segundo cumpleaños de Elara así que tras ducharnos y comer algo fuimos rápidamen a casa de los Carretero (con todas sus hermanas allí, más que nunca) y nos quedamos charlando hasta las 9.

Volvimos juntos a casa y al llegar me hice algo rápido de cena, conseguí la primera medalla en el Pokemon Renegade y me fui a dormir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina