De reyes de España y reinas del boxeo
Aunque yo trabajaba, por la mañana siguieron avanzando con lo del garaje.
El Rey se iba a pasar por el pueblo a inaugurar una movida del museo del teatro, y aprovechando que tenía un libro que recoger en Macondo me pasé a saludarle.
Todas las calles que daban a la plaza estaban bien protegidas.
Tuve que dar un rodeo para llegar a Macondo, y tenían la calle como para que les robaran un libro.
Alberto llegó al poco de casualidad y nos quedamos charlando hasta que la plaza se relajó y pude volver.
A las 8 y media quedé con Laura para que viniera a probar boxeo, y previendo que Ángel no nos iba a hacer mucho caso me preparé una clase de iniciación.
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