Diario lacónico

El tío de María falleció de cáncer de madrugada así que fui a pasar la mañana con sus primas. Para comer quedamos con Daida y Braulio en la Bouquet , aunque nos fuimos rápido para que María volviera con su familia. Pasé el resto de la tarde solo en el piso, terminando de trabajar y haciendo la maleta, y María se pasó para cenar y se volvió a ir una hora despues. Mi bus salía a la 1 y media de la estación de autobuses así que estuve haciendo tiempo hasta las 12 y media, he hice un video rápido de recuerdo antes de irme. Como ya no había interurbanos pedí un taxi para llegar y luego hice tiempo en la estación con algunos vídeos que previsoramente me había descargado. Tuve especialmente mala suerte con el bus; ni quedaron asientos libres para cambiarme ni me tocó ventana, por lo que las 5 horas sentado en el bus intentando dar cabezadas breves fue una experiencia bastante miserable.

Tras un día de trabajo por mi parte y de relax por la de María, por la tarde fuimos a dar una vuelta y a probar los bubble tea de chocolate del Bubble Max, que nos habíamos encontrado cerrado la otra vez que intentamos ir. Después de charlar amigablemente con la dependienta asiática sobre nuestros días en Granada seguimos dando una vuelta hasta volver a casa, hicimos merluza a la plancha para cenar y vimos el primer capítulo de The Mandalorian antes de acostarnos prontito porque no habíamos dormido muy bien.

Tras madrugar para trabajar un poco, a las 10 fuimos a la facultad de Ciencias para que María expusiese su TFM. Volvimos a casa para trabajar otro ratete más y a las 2 fuimos a comer al It's Vietnam lo que nosotros presumimos que sería comida vietnamita. El sitio desde luego estaba ambientado como tal. Pedimos unos pankcakes que llegaron por fascículos, que estaban bastante buenos, y una lunch box de degustación con la que tuvimos sentimientos encontrados; quizá la comida estaba increíble en términos vietnamitas pero nuestros paladares no estaban preparados para ese despliegue de cilantro y brotes de soja. Y cuando terminamos fuimos a tomar unos cafeses con una amiga de María y su pareja a una terraza al lado de lo que parecía una iglesia. La pareja de canarios llegó al poco y tras hablar un rato el mago Braulio sacó la baraja y nos estuvo sorprendiendo truco tras truco durante más de una hora. En uno sacó la carta en la que estaba pe...

El plan del día era comer y pasar la tarde con los Santacruz y a la 1 fuimos a su casa en bus. Comimos en La Mediterránea, un restaurante debajo de su casa, y luego fuimos al Nevada a por unos bubble tea. Volvimos a su casa con la idea de dar una vuelta pero nos apalancamos un poco y acabamos sacando el Monopoly de Juego de Tronos. Empecé sin muchas expectativas, y más cuando los dados no me sonreían, pero tras un giro argumental en el que María S. y yo nos aliamos, uniendo nuestras posesiones, y plantamos cara a María D. y Juan como auténticas bestias. Aun así los dados volvieron a darnos la espalda y un par de horas después terminamos perdiendo. Ya que estábamos pedimos un par de pizzas y cenamos charlando de la vida hasta las 11, que hicimos un "esta gente querrá acostarse" y volvimos al piso. Llegamos casi a las 12 y entre que nos poníamos el pijama y preparábamos la cosas para mañana nos acostamos sin ver nada.

Tras una mañana de chill en el piso, por la tarde fuimos a ver el Carmen de los Mártires (un carmen es un chalet). Haciendo amigo Dejamos una pequeña firma Y salimos cuando estaba anocheciendo. Se nos antojó otro bubble tea así que fuimos al Alpaca pero la cola para pedir salía de la tienda así que nos lo pensamos mejor y volvimos a la cafetería de al lado de casa. De cookie y de café, aunque al camarero se le olvidó el ingrediente más importante y tuvo que rehacerlo Cuando llegamos a casa nos quedamos viendo algunos vídeos de youtube, aunque María tenía otros planes. Hay una kebabería, la Marchica , que se supone que es la mejor de Granada y fuimos a probarla para cenar. Estaban buenos pero no media hora de cola de buenos Y finalmente por la noche vimos Zootrópolis. Muchísimo más graciosa de lo que había supuesto

Pasé la mañana teletrabajando mientras María seguía con la presentación y por la tarde perdimos un poco el tiempo hasta las 7, que fuimos a la Alhambra para hacer una visita nocturna . Había más gente de la que esperábamos La visita fue lo de siempre pero de noche así que simplemente pongo las fotos. Y luego fuimos a cenar al Utopía , un restaurante de ramen del centro, para que María probara por primera vez el cocido asiático. Tenían hasta un DJ que hacía como que pinchaba Pedimos dos ramenes diferentes y desde el principio previmos que nos iban a sobrar. Tonkotsu shoyu y tantanmen Y efectivamente así fue; aunque estaban increíbles podríamos haber comido ambos con un solo plato. Cuando fuimos a pagar nos hicieron la de que el datáfono estaba roto y que les pagá...

Tras currar estuvimos en el salón empezando a preparar la defensa del TFM. También merendamos la bebida misteriosa de cacahuetes que compramos ayer, y aunque al principio no estaba mal, cuanto más bebíamos menos nos cuadraba. Luego salimos a dar una vuelta y compramos unos donuts para usarlos como pan en las hamburguesas de la cena. Y de postre unas palomitas en la cama mientra seguíamos viendo Unbreakable Kimmy Schmidt.

Tras un intenso día de teletrabajo y diseño de la presentación de la defensa del TFM, un poco antes de las 6 salimos a dar una vuelta. Primero fuimos al corral del carbón Y de ahí fuimos paseando hasta el Family Market , un super asiático como el de Madrid (aunque muucho más pequeño) en el compramos algunas viandas. Y aprovechando que el Corte Inglés estaba al lado fuimos a ver si tenían alguna cerveza exótica y salimos con una Alhambra hecha con naranjas del patio de no se qué movida granadina. Y de ahí volvimos al piso a hacer la cena. Antes de salir del piso pusimos unos filetes de merluza a descongelar y María compró el ramen de arriba a la derecha para acompañar. Ninguno previmos que iba a picar tanto y después de que María los probara y se levantara corriendo a por leche llegamos rápido a la conclusión de que me los iba a comer yo. Y tras cenar y probar los peces de matcha vimos un par de capítulos de Unbreakable Kimmy Schmidt.