De estudios de cine, fortificaciones seculares y conductores veloces
Un poco después de y media llegó un man corriendo con toda la cara de dormido pidiendo perdón y diciendo que había puesto la alarma una hora tarde, que nos traía el desayuno en un segundo pero que “please don’t tell my boss”. No somos snitches así que nos llevaremos su secreto a la tumba. Tuvimos que desayunar corriendo porque abajo ya estaba Youssef , el conductor que nos llevaría a visitar los destinos del día. Obviamente sólo se me presentó a mi, relegando a María a un personaje secundario en esta historia. Una vez en el coche, el viejo Youssef (que luego descubrimos que tenía la edad de María) intentó que cambiáramos la excursión; en vez de ir a Ouarzazate y a Ait Ben Haddou, quería ir a a una ciudad en mitad del Atlas que estaba considerablemente más cerca pero no tenía nada que ver con la excursión que nosotros queríamos hacer. En el fondo respetamos el intento de quitarse más de 4 horas de coche entre ida y vuelta, pero no era la excursión que habíamos contratado así que le...