De entradas post-mortem 4

Como viene siendo costumbre a principios de año, vamos con la entrada post-mortem de 2024.

No sé si he contado esto alguna vez o si di por hecho que era vox populi pero en ingeniería llamamos post-mortem a un análisis de naturaleza retrospectiva al final de un desarrollo para analizar qué ha ido bien y qué ha ido mal.

La de este año va a ser especialmente agridulce pero no por ello menos necesaria, así que voy a intentar hacer una lista con los días más bonitos del año.

Y, aunque no hayan ocupado el día entero, no puedo dejar fuera de la lista momentos como el menú degustación en la sala de Despiece, la grabación de un episodio de TV en Macondo, la maratón con Héctor por Almagro, la velada de boxeo con Félix, el concierto de los Buitres con Ana, la clase de cerámica, los mojitos en casa de los Moreno, el reencuentro con mi prima de Valencia, la mudanza a Guadalajara, la tarde con Carlos con las escopetillas en su campo, el día en X-Madrid, es espectáculo de magia Inexorable donde me sacaron a participar, la noche cenando con Pedro en el campeonato de burgers, el cumple de María en Guada y el día que lo dejamoslas partidas de airsoft con mi hermano, el curso de cortador de jamón, la tarde ayudando a Waka en la mudanza y la comida de navidad en Ocaña.

Este año me alegra haber conseguido hacer una lista más reducida que otros, aunque la mayoría de elementos aglutinan semanas enteras. 

Cuando terminé la post mortem del año pasado (porque al final es de lo único que tengo por escrito para comprar mis expectativas a principio de año con la realidad al terminarlo), hablaba de una ligera presión por no viajar un poco más y genuinamente pensaba que no iba a superar los destinos de 2023, y al final los viajes de este año me parecen incluso más chulos.

Otra cosa que pensaba mientras repasaba las entradas es que los días parecen mucho más cercanos; hubiera jurado que días como el concierto de los Buitres había sido poco después de verano y resulta que fuimos en mayo.

También, engañado por la falsa percepción del tiempo, pensaba que había ido a Cádiz y resulta que no. Intentaré hacerlo este 2025.

Del mismo modo me sorprende lo mucho que hablo del Unite en las entradas. Entiendo que en parte es por la necesidad de contar algo del día pero a la vez apenas he pasado alguno sin jugar.

Siguiendo con lo que decía el año pasado (se me ocurren pocas cosas más narcisistas que citarse a uno mismo):

es una sensación rara vivir un día, normal en el momento de escribirlo, y que el tiempo, la perspectiva y la fuerza que genera recordarlo varias veces lo conviertan en especial

Creo que mi cerebro ha cambiado para convertirse en una máquina de escribir entradas diarias; cuando vivo cosas hay una parte lejana pero inevitable de mi cabeza que ya está pensando en cómo escribirlas, en qué foto lo capturaría bien en una entrada o si aparecerá en las listas de arriba.

Y para terminar quería hablar de María. He reescrito varias veces este párrafo, nunca me gusta y no creo que lo vaya a hacer. 

Este año está lleno de recuerdos compartidos con ella, desde viajes intercontinentales hasta momentos cotidianos igual de importantes, y es especialmente complicado volver la vista atrás y reconocer lo bonitos que fueron. Recordar los buenos momentos no siempre consuela pero sí me recuerda que valió la pena vivir cada uno de esos segundos con ella, tanto los muy buenos como los que lo fueron un poco menos.

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Y, como cada año, adjunto las estadísticas que más interesantes me parecen para ver qué tal ha acogido el públic el blog. Es algo que me da absolutamente igual y que solo miro al hacer estas entradas, aunque sí que creo que es interesante.

Número de visitas por día

Las 10 entradas con más visitas

Visitas por país, shoutout a mi peñita genocida y a mis bots asiáticos

Y visitas por sistema operativo, shoutout al man de la blackberry

Las entradas post-mortem empezaron como una manera de reflexionar si seguir con el blog o no, pero ya hace un par de años que esa decisión está tomada. 

A veces pienso que es insostenible pretender seguir haciendo esto durante toda mi vida, pero me gusta demasiado tener un baúl de la memoria así que no sé qué podría pasar para tener que parar.

Así que nos vemos mañana, laconics of the world.

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