De invitados fugaces, regalos diurnos y barbacoas de gas
Por la mañana me esperaban un par de regalos en la mesa; un libro, cortesía de
la librería local, una flamante sartén de acero inoxidable, futura cuna de
grandes creaciones culinarias, y los últimos auriculares de Nothing.
Pasé la mayor parte de la mañana preparando las cosas. Me pasé por unos chinos de última hora a por un par de cosas y a recoger unas tartas del convento, que resulta que hacen en las pastelerías de todo Almagro.
Luego comimos y probamos una de postre.
Para mi sorpresa Agus y Jaco también se pasaron un rato, aunque se tuvieron
que ir pronto para volver a Madrid.
De manera poco ortodoxa, aunque no me disgustó, me dieron los regalos aún de
día.
Y el DLC del Elden Ring.
Y los Macondos unos pantalones de boxeo con mi nombre bordado pa frontear, el juego de mesa de La prueba de retos y una comba con rodamientos.
Y luego un baklava de postre.
Pasamos el resto de la tarde de chill y sobre las 10 nos pusimos a hacer la
cena. Pedro me echó una mano con los fogones mientras yo gestionaba otras
movidas.
|
El sabor no era tan bueno como en carbón pero fue mucho más cómodo cocinar |
Luego otro cumpleaños feliz.
Un ratito de chill.
|
🆘 |
Y luego estuvimos jugando un ratete al nuevo juego de mesa, aunque todos estábamos bastante cansadetes y a la 1 nos despedimos.
María se quedó un ratete más echándome una mano para recoger lo más gordo y me
fui a dormir poco después.
Comentarios
Publicar un comentario