De estanterías terminadas, chocolatinas exquisitas y llaves perdidas

Estaba cansadísimo cuando sonó la alarma y sin querer la apagué en vez de posponerla, y me quedé dormido hasta las 10 y media, que me desperté extrañado con lo lento que estaban pasando los 5 minutos del snooze. A media mañana me acordé del cumpleaños del Carlos y le regalé el Minit por Steam. Comimos migas, y después de terminar de recoger mi hermano me estuvo ayudando a terminar de poner los tornillos y las baldas pero tuvimos un accidente; haciendo maniobras con una de las baldas para encajarla en su sitio le di un golpe a la lámpara del techo que reventó, llovieron cristales rotos y toda la habitación se llenó de esquirlas. Después de barrer y fregar todo (y de sacarme una esquirlita del pie con pinzas) y de colocarlo todo la estantería quedó bastante facherita. El libro que falta en el estuche de La Primera Ley lo tiene María Seguí currando hasta las 6 y algo y estuve empezando a preparar las cosas para volver a Madrid mañana una hora hasta que quedé con María. Fuimos a uno de lo...