De entrenamientos para espartanos y regalos para personas con carencias psicomotrices

Me levanté a las 10 y media y, después de desayunar un poquito de las dos tartas (que sigue quedando) me pasé por Macondo a saludar, pero al final vino Joseda y estuvimos hasta la 1.


Luego me pasé por la óptica a que me aflojaran un poco la patilla de las gafas y al mercado a comprar un aguacate para preparar un poke para comer.

A las 6 y media quedé con el Félix para ir a entrenar un poco a su oficina. Calentamos media hora a puro cardio y estuvimos otra media con el saco.

Lo de delante es una cuerda para hacer slip line

Sobre las 8 y poco volvimos a casa y a las 9 ya estaba duchado y cenado, y salí a la plaza con los compadres.


Un poco antes de las 11 llegaron Natalia, Bea y Anarcodani (que es el mote con el que le bautizaron los libreros después de que pidiera un par de libros de Ancap), pero yo me fui enseguida con María.

Fuimos donde siempre y, después de una rápida llamada a Bea a las 23:59 para felicitarnos ambos a la vez, me hizo entrega de los mejores regalos del cumpleaños; un libro de cocina hablando de la cencia que hay por debajo (estaba pensando en pillarme The Food Lab pero este parece mucho más divulgativo y ameno), un juego de boxeo para practicar mi coordinación óculo-manual y evitar que me sigan pegando en las costillas y la carta más bonita del mundo.

Después de ver las estrellas nos fuimos sobre las 2 al parque de siempre y estuvimos ojeando el libro y hablando un ratete de cosas que podemos probar y a las 3 y media me acercó a casa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina