Diario lacónico

Tras una mañana de telecurro desde la cama, por la tarde quedamos con Rodri, Carol y la antigua compañera de piso de Edu, Marta, para tomar algo por el centro. Terminamos en la Paradita, donde ya habíamos estado antes . Cuando terminamos dimos una vuelta y acabamos en el típico bar de pueblo con el suelo marrón moteado y las paredes cubiertas de azulejos azules. Un par de rondas después decidimos que era suficiente y volvimos al barrio en el último metro para acostarnos directamente.

Aunque ya fui a la ofi de lunes a miércoles Jorge y Monty iban, y como la alternativa era quedarme solo en casa fui también. No caí en que el lunes solo me llevé comida para 3 días así que tras ver que Hristo y Orueta estaban en el mismo brete pedimos a un chino. Tallarines tres delicias y pollo al limón, fantástica combinación Con la excusa de ir del curro a donde quedamos estas dos tardes había hecho más horas que un reloj, así que cuando Jorge se fue en cercanías a las 4 le acompañé hasta Chamartín y terminé el resto del camino hasta casa en metro. Sigo jugando al Idle Slayer y el SwarmSim pero veo fallos en los dos, y el otro día se me ocurrió un borrador de un juego intermedio con cosas mejoradas, y como tenía toda la tarde libre estuve haciendo algunos bocetos. Por la noche cena rápida, Rockets has

Bea y Cris tenían que ir a recoger unos papeles a la academia de idiomas que casualmente está al lado de mi curro así que sobre las 7 pasaron a por mi y volvimos al barrio, donde nos esperaba Adri, a dar una vuelta. Bea, la ahora fotógrafa oficial del blog, tuvo la gentileza de pasarme algunas fotos que hizo Llegamos hasta una catedral ortodoxa y nos quedamos obnubilados con las cúpulas doradas. De nuevo, foto de Bea Esta vez volvimos a casa un poco antes que ayer, cené mientras seguía viendo Scarface (a 1/3 de terminarla) y a dormir prontito.

En plan de la noche era ir a cenar dim sum a un restaurante del centro.  Salí sobre las 7 del curro directo a Ópera, donde me encontré con Cris y dimos una vuelta mientras llegaba Bea con Adri y poco después Persiana, y como se nos empezaba a hacer tarde fuimos directos al restaurante. El sitio era bastante instagrameable y no pudimos resistirnos. Tras una airada mesa de negociaciones conseguimos decidir qué pedir. Las de pato estaban especialmente buenas Cuando terminamos con todo dimos una vuelta pasando por Sol hasta una heladería donde saciar nuestra sed de algo dulce (aunque ya está empezando a hacer frío así que quizá no fue la mejor idea). Nos los comimos al lado de Sol mientras veíamos un furgón blindado de Prosegur cargar y a las 12, como buenas personas, volvimos a casa.

Tras un día en la ofi llegué a casa, miré dos cosas en el PC, cené, jugué un par de Unites y cuando me quise dar cuenta era la 1 de madrugada (hay que volver a mirar esto de trabajar 8h al día).

En general fue un día bastante aburrido que, sin contar con un paseo a media tarde para llamar a mi señora madre y unos Rockets con mi hermano no tuvo mucho. Por la noche empecé a ver Scarface, pero como son casi 3 horas lo dejé tras la primera para seguir mañana.

A media mañana se pasaron Cris, Bea y su prima para ponerle un SSD a esta última. Aunque la teoría era sencilla aparecieron varios contratiempos; la prima no tenía todo pasado a un pendrive, para abrirlo tuvimos que desmontarlo por completo, el portátil no podía con Windows 11, luego no leía el USB en el que tenía preparado el 10, tuvimos un percance y la copia del Office se canceló a medias... y al final terminanos a las 5. Bea me regaló la colonia de la mesa del fondo Sobre las 8 quedé con Cris para ir a Mercadona y por la noche maté un poco el tiempo con el Idle Slayr y el Unite hasta acostarme.

Por la tarde quedamos con los amigos de Copenhage en Moratalaz para tomar algo y cenar. Me venía mejor ir desde el curro así que me quedé una horilla en la ofi después de terminar y fui directo en metro. Aparte de Dani, Navajo y Pablo vinieron otros amigos de Bea de Murcia. Primero estuvimos de chill en el Ohana  y luego fuimos a cenar a un bar de al lado. Como buens personas mayores, a las 12 nos fuimos para casa. Como compartía destino con Bea tuvo a bien acercarme en coche.

Bea, Cris y yo quedamos para dar una vuelta cuando salí del curro. Quedé con Cris en la boca de metro y fuimos andando a casa de Bea, y desde ahí nos fue guiando por su barrio mientras hablábamos de la vida y se nos hacía poco a poco de noche. Este fue el paseo final Cuando empezamos a sentir el cansancio nos sentamos en las terrazas de tantas otras veces a tomar un refrigerio. Hay alguna foto más nítida pero Bea no sale en ninguna así que nosotros tampoco lo merecemos Se nos empezó a hacer tarde y yo no tenía ni cena ni comida para mañana así que volvimos a casa. Una foto de camino en la que arriesgué el movil innecesariamente El Edu había quedado así que hice mis quereseres en un silencio casi religioso y me acosté relativamente pronto.

Ya no me quedaban días de telecurro esta semana y María se iba en el autobús de las 3 así que a las 9 nos despedimos y me fui a la ofi. Cuando volví, lo único que encontré fue una habitación fría y una notita con un corazón al final. Tras cenar algo, leer un rato y matar un poco el tiempo en el ordenador no tarde mucho en acostarme.

Por la mañana repetimos el plan de ayer e hicimos fake carbonara con cebollas rojas, nata de soja y una pizca de MSG para comer. Y por la tarde, tras vaguear un poco en el piso, dimos una vuelta para conocer otra parte del barrio. Y al volver a casa hicimos una empanada para cenar mientras veíamos El silencio de la ciudad blanca  con una fanta japonesa de mango antes de acostarnos. No tenía burbujitas así que era casi como sirope de mango

Como no podía ser de otra forma, nos levantamos temprano como dos buenas personas productivas y nos pusimos a trabajar duro. Para el desayuno teníamos la pugua (creo que es el nombre inglés; buscándola en Google no consigo saber ni cómo se llama en español), y como no sabíamos cómo comer eso lo pelamos y lo mordisqueamos un rato hasta decidir que no nos gustaba. Hasta probamos a freir un poco pero tampoco Yo estuve telecurrando desde la cama y María estudiando en el salón hasta la hora de la comida, para lo que hicimos raviolis de calabaza y ricota con salsa de tomate y atún. Por la tarde dimos una vueltita de una hora y algo mientras María me seguía contando las peleas de bandas de su residencia. Aunque la idea era ver una peli por la noche nos quedamos con el móvil y cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde (sobre todo para la nueva corriente de películas de 2 horas para arriba) así que nos quedamos un hablando un ratete en la cama hasta la hora de dormir.

De nuevo y para sorpresa de nadie nos volvimos a levantar un poco tarde. Dios te pedí un desayuno no un banquete Estuvimos limpiando a fondo el piso, nos duchamos e hicimos un poco de tiempo para ir al Jimbo, donde hace más de un año nos negaron la entrada por no tener reserva (y esta vez fuimos previsores). El camarero era prácticamente un humorista, y nos recomendó sabiamente qué elegir. Mirando a la nada pensando en todo mientras llega la comida Y la espera mereció nos recompensó con esta bandeja. Pulled pork, brisket y mac and cheese Aunque el pulled pork estaba extremadamente bueno, nos encontramos el brisket un poco seco y terminamos bañándomo el una salsa casera estilo barbacoa espectacular, aunque en general para ser una smokehouse el sabor a smoke no era muy marcado. Para bajar la comida fuimos dando un paseo de media horilla hasta nuestra siguiente parada; un sup

Nos levantamos un poco tarde y tras no hacer mucho por la mañana nos fuimos dando un paseo a Mercadona, haciendo una breve parada en el Aldi que hay de camino. A mitad de nuestra visita a Mercadona nos encontramos azarosamente con Edu y Rodri, quien en un gesto de generosidad espléndida nos ofreció acercanos a casa en coche. Después recoger nos echamos una minisiesta mientras Edu cocinaba (porque aunque el piso sea de 2 la cocina es de medio) y luego preparamos unas fajitas de ternera. Increíblemente buenas 10/10 recomendaría a un amigo Mientras yo hacía las fajitas, la experta en levadura María fue preparando la masa para hacer una pizza para cenar. Cuando terminamos de recoger, inexplicablemente María seguía con sueño así que tras unas duras negociaciones encontramos un pu

El día amaneció especialmente pronto para mi (a la friolera de las 8 de la mañana) pues debía llegar pronto a meteo para poder salir a la hora de comer. María llegó a Mirasierra a las 2 y fuimos dando un paseo hasta el 80 grados, donde habíamos vuelto a reservar para pedir la otra mitad de la carta que nos quedaba por probar: tartar de salmón con mango y salmorejo con helado de parmesano de entrantes, ñoquis y empanadillas de langostino de primeros y mollete de cordero moruno y hamburguesa cantonesa de segundo. Y de postre coulant de plátano y blanco limón. Terminamos casi a las 4 y volvimos al piso en Zity, y aunque habíamos quedado a las 8 con los hortalinos a las 8 para tomar algo se nos lió y acabamos llegando en un zity a las 9 y media, justo para cenar en un indio. Pedimos varias cosas y todos probamos de todo Auqnue cuando terminamos Rodri, Carol y Edu se fueron de party, Cris, María y yo optamos por una retirada a tiempo y volvimos a casa en

Trasnochar y apagar la alarma en vez de posponerla no son una buena combinación y llegué a meteo casi a las 11, y como mañana quiero salir pronto para come con María me quedé hasta casi las 8. De camino a casa estuve hablando por teléfono con María para planear el finde. Al volver a casa cené rápidamente antes de echar un par de Unites con el Jose, y tras perder un par por compañeros inútiles coincidimos con una premade de 3 chavales asturianos y conseguimos ganar una. Y a dormir pronto para madrugar y poder salir pronto para comer con María.

Levantarme a las 5 y media para ir a Madrid en tren de las 6 y media no me termina de rentar así que probé a ir en el de las 8 y media y la mejoría ha sido considerable. Poco a poco empiezo a desentramar el misterio del laberinto de los cercanías El precio a pagar por dormir 2h más es salir 2h más tarde de Meteo pero lo pagué gustoso. Tanto el camino de ida a Madrid como la vuelta a casa la pasé siguiendo con El problema de los 3 cuerpos, y aunque el plan era seguir leyendo en el piso el Jose hizo sonar el cuerno de Gondor.  Como llegué a casa casi a las 8 cenamos poco después y vimos el tercero de Los aniños de poder. La partida que perdimos miserablemente nos dejó mal sabor de boca, así que intentando resarcirnos jugamos una más que terminamos ganando inexplicablemente. Al final se me acabó liando y me terminé acostando más tarde de lo que me gustaría.

Tras un arduo día de telecurro no hice mucho más. Un poquito de preparar las cosas para la vuelta a Madrid, un par de ratos con mi hermano haciendo el tonto y a las 12 y algo a dormir.

Como mi hermano va a volver a València a estudiar, mis padres se fueron con él de madrugada para terminar la matrícula y mirar algunos pisos, y como estaba solo en casa, María se pasó en el descanso de las 11 a trabajar juntos.  Para mi desgracia esta semana estoy de guardias con Belén, así que aunque María se trajo el portátil y los apuntes para estudiar yo estuve liado hasta la hora de comer (exceptuando un breve descanso para tocar la guitarra y un par de partidas al Unite). Para comer nos hicimos pasta con soja texturiada, grana padano y cebolla crujiente. Tras otra tarde de duro trabajo por parte de unos y una siesta multihoraria por parte de otros, María se desveló como la fan número 1 de la difunta Pyromanía y estuvimos un rato tocando  intentando tocar Mar de cristal. Tras este arranque musical le enseñé el nuevo gym y estuvimos saltando a la comba y, antes de que potencialmente empezara a llover, fuimos a visitar a Jaime en Macondo llevándole unos merengues de meri

Tras una mañana parecida a la de ayer, por la tarde hice merengue italiano con las claras que me sobraron de hacer pasta carbonara para comer. Por la noche volvió mi hermano directamente de un fest en Ávila así que echamos unos Unites, cenamos y todos se acostaron pronto para ir mañana a València.

Tras una árdua mañana de quehaceres y de Unites llegó una tarde igual de aburrida así que hice unas palmeritas y unos croasanes al horno. Por la noche quedé con María para ir a cenar a una nueva hamburguesería que han abierto en Ciu. El problema fue que se nos olvida que no todo es Almagro y lo normal es llamar a los sitios para reservar, y como no lo hicimos cuando llegamos nos dijeron que ya si eso otro día. Increíblemente tristes y con mono de carne optamos por ir al Foster, donde María pidió unos gofres con pollo frito que estaban absolutamente increíbles. Cuando terminamos fuimos a la plaza a por un heladito, luego nos pasamos por Bolaños para tomar algo y terminamos volviendo a casa sobre las 2.

El miércoles salí bastante pronto de la ofi así que hoy me quedé hasta casi las 6 para compensar. A media tarde me puse a abrir los 3 portátiles (el mío, el viejo y el roto) para ver qué discos duros tiene cada uno y ver por qué el de mi hermano no pasa de una pantalla en negro. A las 9 me rendí con el portátil y media hora más tarde quedamos para tomar algo a la plaza. Estuvimos hablando de a quién invitar a nuestras teóricas bodas entre ataques de risa hasta la 1 y algo que nos fuimos a casa.

Mi hermano no solo no tiene hecha ni la matrícula para las clases que en teoría empieza la semana que viene sino que además se va el finde de festi así que pasamos toda la tarde terminando el gym, recogiendo la piscina y demás quereseres. Montamos el banco y terminamos de limpiar abajo antes de poner la barra de dominadas, para lo que Padre tuvo a bien enseñarnos cómo hacer un agujero en una pared. Y casi a las 10 lo terminamos. Disposición de cosas sujeta a cambios Y a partir de aquí un plan parecido al de ayer; cenamos en el salón viendo Alerta Roja (la de The Rock).

Al final mi hermano se va a València a seguir estudiando y como se le rompió el portátil se ha vuelto imperante prepararle uno, y entre todo esto, que quería empezar a montar el gym y un par de cosas más volví a Almagro en el AVE de las 4.   Tras saludar y recoger un poco, las cajas nos estaban esperando abajo. El montaje fue notablemente más lento de lo que esperábamos. Pero poco a poco al final fue tomando forma. Cuando terminamos, y con una receta adaptada de empanada que me pasó María, hice la cena y comimos viendo El agente invisible . Cuando terminó, un par de Unites para hacer tiempo y a dormir a las 12 y poco.