De trenes intraurbanos, derrotas miserables y victorias milagrosas
Levantarme a las 5 y media para ir a Madrid en tren de las 6 y media no me termina de rentar así que probé a ir en el de las 8 y media y la mejoría ha sido considerable.
El precio a pagar por dormir 2h más es salir 2h más tarde de Meteo pero lo pagué gustoso.
Tanto el camino de ida a Madrid como la vuelta a casa la pasé siguiendo con El problema de los 3 cuerpos, y aunque el plan era seguir leyendo en el piso el Jose hizo sonar el cuerno de Gondor.
Como llegué a casa casi a las 8 cenamos poco después y vimos el tercero de Los aniños de poder.
La partida que perdimos miserablemente nos dejó mal sabor de boca, así que intentando resarcirnos jugamos una más que terminamos ganando inexplicablemente.
Al final se me acabó liando y me terminé acostando más tarde de lo que me gustaría.
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