De reposteros aburridos y restaurantes sin reserva

Tras una árdua mañana de quehaceres y de Unites llegó una tarde igual de aburrida así que hice unas palmeritas y unos croasanes al horno.

Por la noche quedé con María para ir a cenar a una nueva hamburguesería que han abierto en Ciu.

El problema fue que se nos olvida que no todo es Almagro y lo normal es llamar a los sitios para reservar, y como no lo hicimos cuando llegamos nos dijeron que ya si eso otro día.

Increíblemente tristes y con mono de carne optamos por ir al Foster, donde María pidió unos gofres con pollo frito que estaban absolutamente increíbles.

Cuando terminamos fuimos a la plaza a por un heladito, luego nos pasamos por Bolaños para tomar algo y terminamos volviendo a casa sobre las 2.

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