De castillos albanos, brebajes exóticos y repostajes aviales

Estoy escribiendo esta entrada a finales de enero, justo medio año después, y no hice audio de este día así que vamos a tener que tirar de memoria e improvisar a partir de las fotos.

Por la mañana recogimos las cosas para dejar Sarandë y pasar la mañana visitando Gjirokastër antes de volver a Tirana para volar mañana, aunque simplemente salir de Sarandë fue una odisea.



Cuando llegamos a Gjirokastër aparcamos en un parking que había a la entrada del pueblo y subimos paseando al castillo.



El castillo estuvo bastante chulo, y nos venía bien un plan de chill para descansar un poco.



Y las vistas del pueblo desde arriba eran una pasada.


Hay algo hipnótico en estar en sitios altos




Íbamos buscando la sombra todo el rato

Y cuando terminamos el castillo volvimos al pueblo para dar una vuelta.


No sé si ya he hablando en el blog (porque he escrito estas entradas en un intervalo temporal de 6 meses) de la fanta que tenían en Albania. Tiene un sabor muy superior a cualquier otra aunque que solo comercializan dentro del país y, como al día siguiente nos íbamos, pedimos todas las que pudimos.

El sabor es super parecido a la de piña que probé en NY

No sabíamos dónde comer y pasamos de random a la taverna Te Sabriu, un restaurante regentado por una abuelita muy maja y la que parecía su nieta.



Y comimos a cuerpo de rey.


Saliendo de Gjirokastër paramos a repostar y seguimos flipando con los animales aleatorios que tienen  sueltos por todos lados.


3h de coche después llegamos a Tirana y callejeamos hasta llegar al piso donde íbamos a pasar la noche. 

El problema fue que no había aparcamiento literalmente por ningún sitio y acabamos llamando al 
número de teléfono de un parking privado a suplicar que nos dejaran dejar el coche esa noche y nos dijeron que sí.

Y llegamos al piso.


Después de descansar un ratillo nos duchamos, salimos dando una vuelta a cenar y acabamos en la hamburguesería Delibros.


El camarero era un cachondo

Jose y yo volábamos considerablemente más temprano a Roma así que no tardamos mucho en volver al piso para acostarnos por última vez en Albania.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De tardes tristes

De abrazos fotogénicos y cumpleaños dobles

De programmers y runners