De carreteras cortadas, comensales lentos y chicas futboleras

Nos levantamos en nuestro piso franco en Dubrovnik y desayunamos lo que quedaba de la compra de ayer viendo unos documentales de ballenas.


Y recogimos las cosas para dejar el piso a las 9.


Conduje un rato hasta el puente épico que habíamos visto a la ida e hicimos una rápida parada táctica para hacer pis y contemplar tal obra faraónica de ingeniería.


Félix siguió conduciendo el resto del viaje hasta Trogir, y menos mal. Como en el resto de ocasiones nos era literalmente imposible encontrar la calle que queríamos, así que después de dar un par de vueltas Pedro y Diego bajaron para seguir reconociendo el terreno a pie mientras llamaban al dueño del AirBnB.

Cuando Diego nos llamó para actualizarnos descubrimos que la calle principal de Trogir llevaba cortada medio año y, aunque estábamos prácticamente al lado, la única otra entrada que había a la calle que queríamos pasaba por dar la vuelta al pueblo entero.

La sugerencia de Diego fue "buscaos la vida", de lo que dedujimos que teníamos que salir del pueblo y volver a entrar por el oeste, ya que nosotros lo habíamos hecho inicialmente por el este.

Para referencia, esto es Trogir

Félix y yo nos pusimos en marcha mientras ellos nos esperaban en la casa, pero Google Maps no sabía cómo volver a salir a la carretera que rodea el pueblo y estuvimos dando vueltas un rato absurdamente largo.

Cuando por fin salimos, dimos la vuelta y volvimos a entrar nos pasamos la calle que queríamos así que tuvimos que repetir el mismo trayecto otra vez.

Pedro, viendo que se nos había liado, tuvo a bien venir a por nosotros a la entrada del pueblo para indicarnos de manera inequívoca cómo llegar, esta vez sí, al AirBnB.

Todo esto nos llevó más de una hora, así que tras dejar las cosas nos quedamos de chill un ratito en el jardín con unas cervezas fresquísimas que Diego había ido a comprar.


Antes de que llegáramos Diego ya se había bebido otra cerveza totalmente en ayunas y nos estaba esperando con una psicomotricidad aparentemente reducida, pero tras la segunda iba totalmente flying in the night.

Y con Diego completamente ebrio bajamos al casco antiguo a dar una vuelta.

La infame calle cortada

El centro era precioso y nos perdimos paseando por él.


Pero teníamos bastante hambre así que fuimos a la Piccolo Ponte con camarero muy majete. Éramos 4 así que pedimos 4 pizzas y las partimos en 4 para probar cada uno un trozo.


El problema fue que llevábamos ritmos alimenticios diferentes y cuando Pedro ya había fagocitado su cuarto yo aún estaba saboreando el segundo bocado.

Después de comer Diego volvió a entrar en sí y fuimos a por un heladito mientras ojeábamos bares para ver el partido por la noche: la final de la Champions League del Madrid contra Borussia Dortmund (he tenido que buscar el nombre del equipo).


Y dimos otra vuelta por Trogir.





Volvimos al piso para ducharnos antes de salir. Yo fui el último y me apetecía quedarme un ratillo más en el jardín así que se fueron un poco antes y aproveché para hacer un vídeo enseñando el piso.


Decidimos volver al bar donde habíamos estado por la tarde.


Aunque no contábamos con el guiri que se nos acercó a preguntarnos "do you guys have..." mientras se rascaba la nariz y se partía.

Cuando le dijimos que nos miró totalmente perplejo y respondió que éramos unos pussies, tras lo que se fue riéndose para repetir el numerito en la mesa de al lado.

A unas chicas que teníamos detrás le había preguntado lo mismo, escucharon nuestros jocosos comentarios y se acercaron la mesa a charlar un rato.

Resulta que eran de Almería pero trabajaban en Madrid y compartían gremio con Pedro y hasta tenían amigos comunes, y la maquillada no dejaba de tocarle el trazo a todo esto. La otra estuvo charlando con Diego, que fue el único con paciencia para aguantarla, mientras los demás intentábamos ver el partido.

Se debieron dar cuenta de que no había mucho feeling porque en cuanto terminó el partido se fueron a su hotel, y nosotros dimos una última vuelta por Trogir.


Lo hacíamos por estirar un poco la última noche pero era fútil; estábamos totalmente destrozados y a la 1 y poco volvimos al airbnb.


Y tras una ducha rápida nos acostamos poniendo a la alarma a las 7.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina