De sherpas raguseas, murallas venecianas y hamburguesas de pulpo

Después de dormir como auténticos bebés sobre las 7 y fui con el Diego al Konzum que teníamos al lado del piso y nos avituallamos comprando víveres para desayunar ese día y el siguiente.

Después de romper el ayuno intermitente de anoche fuimos al casco antiguo.



La visita guiada empezaba a las 10 y Yelena nos guió por laberínticas calles mientras nos aprendía la historia de la ciudad y todas las movidas que pasaron con los venecianos.




Justo después de terminar compramos el Dubrovnik pass (o el city pass, como lo llamaría Pedro más adelante) y empezamos dándole uso para pasar a la fortaleza.



Tenía unas vistas increíbles de la ciudad.

El modelo

Los artistas


Y luego fuimos a pasear por las murallas.




La famosa cancha de basket




🍑



🖼️


Y luego fuimos a comer, a recomendación de Yelena, unas hamburguesas de pulpo al Barba.


Tuvimos que esperar un rato fuera para pasar y otro rato más dentro, aunque nos entretuvimos pintando como niños unos tenedores con unos rotus que había por ahí.


Y cuando la hamburguesa por fín llegó disfrutamos cada bocado.

Uuuuuuu

Y gastamos la entrada que nos quedaba del Dubrovnik Pass en el Palacio del Rector.



Cuando nos fuimos empezó a llover, así que nos resguardamos en un café mientras escampaba un poco.

Finalmente dimos una última vuelta por la ciudad y pasamos a la cancha que por la lluvia estaba vacía.


Antes de subir al piso hicimos una fugaz parada en el mismo Konzum de esta mañana a por unas pizzas y unas cervezas. En los pasillos del super nos topamos con otra pareja española y nos hicimos medio amigos mientras nos contaban la de vueltas que habían dado por el mundo.

En el piso estuvimos cenando mientras charlábamos sobre ayuno intermitente y macronutrientes, aunque con lo destrozados que estábamos no tardamos mucho en recoger.


Y a las 11 y media nos estábamos yendo a dormir.

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