De restaurantes laberínticos, peregrinajes musicales y reinos congelados

Salí en tren desde Ciu a las 7 y media y llegué a Meteo un poco antes de las 10.

El patito de goma que nos dieron en el hotel de Edimburgo

María vino a por mi a la ofi a las 3.

Y fuimos en metro a comer al Bunji.

Por dentro el sitio era enorme y nos perdimos buscando la escalera para bajar.

Eventualmente encontramos el camino, no sin que el encargado nos preguntara si nos habíamos perdido de camino a las cocinas, y comimos.

Una rápida sesión de fotos de sobremesa.

Y cuando nos íbamos a ir empezaron a cantarle el cumpleaños feliz a una muchacha, acompañado de un espectáculo de luces y sonidos.

Salimos y dimos una vueltecita por el parque que María frecuentaba cuando vivía en Madrid.

Acabamos en la plazoleta de Plaza de Castilla, donde C. Tangana grabó el videoclip del beef con los Chikos del Maiz y nos acercamos en peregrinación.

Volvimos al Casar y lavamos el coche.

Cenamos algo rápido y a petición de María empezamos a ver Frozen, aunque antes de llegar a la mitad ya estaba totalmente dormida.

Estaba bastante más entretenida de lo que había supuesto

Y a dormir.

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