De trilogías terminadas, restaurantes karos y torres inestables
Aunque me pongo la alarma a una hora prudente (hora de acostarse +8h) siempre se me lía una hora extra con el móvil en la cama.
Cuando conseguí salir del calentito abrazo de las sábanas de invierno preparé unas carrilleras y un pudding de vainilla mientras llegaba la hora de comer.
Por la tarde terminé de leer Albaoscura, probé a imaginar algunas escenas con Midjourney y a las 8 quedamos para ir a cenar al Takara.
Y luego fuimos a echar unos juegos de mesa al bar Living Room.
A la 1 fletó un coche con los Briñas y los Josedas y nosotros fuimos a acompañar a Jaime al bar en el que le esperaba P.A.C.O., nos despedimos de ellos y volvimos a casa.
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