De redes neuronales artistas, palmeras fotogénicas y limbos atemporales

Como la mayoría de los viernes terminé currar antes de comer y por la tarde estuve probando las principales IAs para generar imágenes. 

DALL·E 2 y Stable Diffusion son un poco cutres (o yo no sé manejarlas bien) pero lo de Midjourney es otro nivel. Es que es como buscar imágenes en Google.




Me parece que esto al mundo del arte es como la penicilina a la medicina. Obviando el pequeño detalle de que son redes neuronales entrenadas con imágenes privadas, me vuela la cabeza que sea capaz de generar en 30 segundos (y gratis) una imagen para la que o has estudiado dibujo o tienes que pagar a alguien para que te haga, sin contar el dinero y el tiempo que eso implica.

IAs aparte, tras el cierre de Macondo fuimos a tomar algo al Castillo.


María y Natalia estaban al otro lado de la cámara

Y tras cenar y estar un rato hablando pedimos la cuenta por la app y María nos acercó a casa.

Una minipalmera que teníamos al lado

O esa era la idea, porque de camino una luz extraterrenal nos abdujo y cuando quisimos darnos cuenta estábamos en un sueño compartido en el que vagábamos por una especie de campo afótico a las afueras del pueblo, usando nuestras linternas como faros en una noche de tormenta.

Cuando por fin encontramos la salida de ese febril laberinto apartado del tiempo y el espacio nos fuimos despertando uno a uno.

Aunque los demás completaron su vuelta a casa sin más contratiempos, María y yo nos quedamos con ganas de una última copa y fuimos a Bolaños a tomarla, volviendo al Almagro a las 2 y algo.

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