De festines pantagruélicos y embellecedores rebeldes

Tras una mañana que transcurrió sin ningún percance preparé con mi madre unos aperitivos para comer haciendo uso de los higos de la higuera del patio.

Pasé la tarde terminamos de poner el embellecedor de la campana extractora.


Aunque el plan de la noche era cenar con María, la escayola del techo complicó mucho la operación y acabamos terminando demasiado tarde, con lo que al final no hicimos nada. 

Nota del autor. Releyendo la entrada, vaya cumpleaños triste 🥴

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina