De recreativas antiguas y ambrosías italianas

Después de sacar fuerza de voluntad de donde no creía tener para salir de la cama por la mañana, un poco antes de comer María me dijo que tenía un plan secreto para cuando saliera de trabajar.

Llegué a Hortaleza sobre las 6 y continuamos juntos la línea 4 sin yo saber a dónde íbamos, hasta que llegamos a Serrano y María dio la señal de salir del metro.

Andamos un poco más hasta llegar al centro comercial ABCSerrano y bajamos al sótano para llegar a una salita llena de máquinas recreativas.

Y pasamos casi 1 hora probándolas todas.

Los Billys niño y niña

Como volver a Windows XP

La maga del periscopio

Cuando terminamos subimos a Juguetrónica a probar todo lo que tenían. Nos flipó especialmente una baraja de cartas que al ponerlas sobre un tablero especial hacían sonar distintas melodías y juntando varias podías generar canciones.

Volvimos a bajar al sótano para probar el único juego que nos quedaba, antes acaparado por un padre y su hijo, y después de comprobar que no era tan divertido como parecía vimos que eran las 8 y algo y nos fuimos a cenar.

Fuimos andando hasta, según María la mejor pizzería de Madrid, Toto e Peppino.

Double trouble

Después de revisar toda la carta hasta poder decidir qué queríamos pedimos un calzzone y unos tortellinis de pera y trufa que superaron nuestras expectativas más húmedas, volviendo a comprobar una vez más la teoría de que cuando peor hablan en tu idioma mejor cocinan en el suyo.

Comimos despacio, paladeando y degustando todas las notas afrutadas, pero eventualmente terminamos con los dos platos y tuvimos que irnos del restaurante y volver en metro a casa.

Con filtros y mascarilla somos aún más guapos

Llegamos a las 10 y media y ente que nos pusimos el pijama y jugué un pelín al Elden Ring, y a las 12 y poco ya estábamos en la cama.


Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina