De parejas calisténicas, cenas foodies y pokemaníacas solitarias
Llegué a casa un poco antes de las 6 y por no encerrarnos el resto del día en el piso fuimos María y yo al parque a hacer algo de ejercicio, no sin antes hacer una parada en el huertín del viejo Rodri.
Después de una hora de pura calisteína y un amago de correr (que no fue a más porque me molestaba el tobillo) volvimos a casa a hacer la comida de mañana (unos ñoquis con huevo, queso de cabra y pesto) y nos preparamos la cena.
Cuando terminamos de recoger eran casi las 10, hora perfecta para volver a jugar al Pokémon. En una de las partidas estábamos 6 así que hicimos dos equipos de 3 y por azar María fue contra nosotros, no puto meter muchos puntos y se enfurruñó.
Después de la cuarta partida lo dejamos, jugué 10 minutillos al Elden Ring (casi por quitarme el mono) y nos fuimos a dormir.
Comentarios
Publicar un comentario