De edificios modernistas, familias sagradas y salamandras de cerámica

Después de dormir 9 horas sin ningún tipo de problema (María un poquito más) dejamos la habitación y bajamos a desayunar a las 11. 

A nuestro lado se pusieron un grupo de chicas que deberían estar empezando bachilleron y contemplados totalmente hipnotizados cómo alternaban entre el español y el catalán sin ningún tipo de patrón aparente, aunque tras estar muy tentados finalmente no les preguntamos criterio usaban.

Dando una vuelta llegamos a la casa Batló, donde pedimos a un chaval en apariencia portugués que nos hiciera una foto, y a cambio le hicimos nosotros otra.


Y un poco más alante estaba la Pedrera.


Una de las puertas con motivos ktulianos

La misma puerta con nosotros delante

Y llegamos dando una vuelta hasta la Sagrada Familia.



La parte de detrás (si contamos como delante la parte por la que llegamos)

Desde un parque que había cerquita

Tras descansar un ratete llegamos en 15 minutillos al hospital Sant Pau.


Pasamos a la tienda de souvenirs a saludar y pusimos dirección al Park Güell buscando un sitio para comer.

Acabamos en el Nou Sanllehy y pedimos de primero canelones y calçots empanados.

Y de segundo chopos y longaniza (pensaba que ésto último iba a ser algo más exótico)

Y un postre para ir full de energía.

Pasamos al parque sin problema y empezamos a dar una vuelta sin rumbo fijo.




La fotografía

El fotógrafo

Eventualmente descubrimos que los sitios a los que qureríamos ir tenían mucha cola, pero como somos unos aventureros sospechamos que había caminos alternativos a esos sitios que la gente no conocía y que nosotros podíamos encontrar fácilmente. 

Obviamente no, y después de dar una par de vueltas nos terminamos comiendo la cola.


Y tras ver la salamandra no quedaba nada más que ver y nos fuimos.


Fuimos dando un paseo hasta la rambla y cuando no aguantamos el miedo de que de repente nos robaran todo nos fuimos de esa calle maldita, no sin antes pasar a una tienda regentada por migrantes provenientes del norte de África a comprar algún recuerdo.

Emprendimos la vuelta a la estación y pasamos por una perruquería que, contra todo pronóstico, resulto sí ser para perros

Pasamos a comprar algo en el Mercadona de al lado de la estación para sobrevivir hasta la 1 que llegáramos al piso en Madrid e hicimos un poco de tiempo en el parque con la fuente enorme de enfrente mientras llegaba el tren.

Pasamos a las 8 y media y poco después llegó el tren que nos devolvería sanos y salvos y con las carteras en los bolsillos a Madrid.


Teníamos que recuperar al menos parte de toda la glucosa quemada este par de días

Estoy escribiendo estas líneas a 2 de enero de 2023, apoyándome en el par de audios que hicimos a lo largo del día, pero terminan aquí. Por tanto, solo podemos especular lo que pasó a continuación, aunque deduzco que volvimos al piso en metro y nos acostamos no mucho después de llegar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina