De cajas de fruta, regalos de san valentín y partidas de pokemon

No recordaba lo poco que me gustaba coger el metro por la mañana, pero hacer el camino hasta Herrera Oria con el viejo Rodri amenizó el trayecto.

La vuelta a la oficina había traído, para sorpresa de todos, la meteofruta.

Prácticamente desde que salí de la oficina hasta que entre a casa seguí leyendo Estelar y al llegar fui directo a mi habitación, donde María había hecho aparecer por arte de Edu magia un regalito de San Valentín en el cajón más romántico, el de la ropa interior.


Después de abrirlo y leerlo todo varias veces avisé a Edu para hacer algo de ejercicio. El plan era ir al parque de las barras pero como estaba chispeando y hacía muuucho frío nos quedamos en el salón.

Estuvimos haciendo biceps, triceps y hombros turnándonos su pesa y al final hicimos una serie de abdominales en tabata con el amigo Fausto, que sabía cuándo flaqueábamos y nos animaba desde el vídeo.

Después de estirar y me hice una merluza para cenar mientras llamaba a María y cuando llegó Edu de ducharse estuvimos los 3 hablando hasta que colgué para poder ducharme yo.

Al terminar jugamos una partida al Unite con esta alineación.

Pero perdimos miserablemente y la presión pudo con Álvaro, que se salió y entró María a sustituirle. 

Jugamos otra que perdimos aún más miserablemente y después de sacar fuerzas de flaqueza para jugar una última la ganamos sobradamente y nos fuimos con buen sabor de boca.

Edu y yo nos quedamos leyendo media horita en el salón hasta las 12 y algo, que nos dimos las buensa noches y nos fuimos a mimir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina