De herreros wannabe, carcasas transparentes y noches lluviosas

Pasé la mañana entera con la GBA; la idea que tenía con las pegatinas que imprimí hace un par de semasnas era ponerlas por dentro de la carcasa aprovechando que es transparente, pero después de estar midiendo y recortando quedaba fatal, así que las quité.

Estuve probando varias  cosas hasta que al final decidí ponerla encima y seguí grabando el reensamblado de la GBA, pero a medias me empezó a dar la sensación de que los tornillos no se apretaban lo suficiente y me di cuenta de que la punta del destornillador estaba aplastada. Es un destornillador especial (de 3 puntas)  y no tenía otro así que estuve volviendo a darle forma con una lija y luego templando la punta con una vela (no sé si eso ayudo a algo pero me gusta pensar que sí).


Entre tantos problemas se me fueron las horas y para cuando me quise dar cuenta ya se había hecho de noche pero había terminado con la GBA. 

Aún me queda ponerle la pegatina en la carcasa, que se puede ver recortada en el fondo de la foto, pero eso lo dejo para mañana.

Cuando terminé mi hermano acababa de volver a casa del trabajo (en Ocaña) y estuvimos jungando un par de partidas al Pokemon Unite.

Paralelamente los compadres estaban en el Marqués tomando unas cerves y yo terminé llegando un poco más tarde por mi espíritu gamer. Llegué cuando María se iba (porque en su casa se dan los regalos por la noche) y los libreros, Edu y yo estuvimos de cerves hasta tarde.

Cuando salimos del var llovía bastante así que nos dimos especial prisa en llegar a casa.
 

Después de cambiarme de calcetines y deportivas me quedé en el salón hasta más tarde de lo que me gustaría devorando capítulos de The Office como si fueran pipas.

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