De tardesviejas románticas, juegos aburridos y fotógrafos de calígine

Cada vez me acuesto y me despierto más tarde, pero esta mañana hice un esfuerzo y me levanté a las 10 y media para desayunar con María en la plaza media hora después. Cuando estábamos terminando llegaron Mario y dos gemelas homocigóticas, estuvimos hablando un rato y luego nos fuimos a Macondo. Estuvimos con ellos hasta el cierre y de paso les compré la edición especial en tapa dura y con ilustraciones del primero de Mistborn.

Sobre las 4 volvimos a quedar en la plaza para celebrar la Tardevieja. La plaza estaba a rebosar y pensábamos que no íbamos a encontrar mesa pero justo cuando nos acercamos a saludar a la Old School los de una mesa de al lado se levantaron y nos la quedamos.

Estábamos mirando al sol y ninguno veíamos nada pero hiicmos un esfuerzo por la foto

Estuvimos hablando con los de la mesa de al lado y haciendo predicciones sobre el 2022 que apuntamos en un bloc de notas en el móvil del Edu y luego, aprovechando lo guapos que íbamos, fuimos a hacernos unas fotos en el árbol de navidad.

Primero Jaime nos hizo una photobook a María y a mi.

Pero después dejamos de finjir y me hice unas fotos con la verdadera niña de mis ojos.


Y al volver a la mesa Diegazo nos hizo varias fotos.


Poco después se fue el sol y empezamos a tener frío y entre unas cosas y otras María, Álvaro y yo nos fuimos y nos despedimos de Edu y Jaime hasta el año que viene.

Ya en casa estuve preparando la cena con Máter y Hermano y la subimos para ver al viejo José Mota de fondo mientras comíamos.

Poco después de las campanadas me quedé solo arriba y se vinieron Jaime, Edu y María a pasar la noche con juegos de mesa.


Después de una partida al Bears vs Babies hicimos unboxing del Carcassone y estuvimos aprendiendo a jugar entre las instrucciones y un vídeo de YouTube.

Cuando habíamos colocado 3/4 de las fichas concluimos en que era una puta mierda, dimos la partida por finalizada con un empate técnico y nos quedamos contando historias de bodas con final triste al calor de la chimenea.

Sobre las 4 teniamos más sueño que ganas de seguir ahí (normal, por otra parte) así que bajamos todos, nos despedimos en la calle y acompañé a María hasta casa.

Había una niebla increíble, y entre que me gusta pasear de noche y que estaba un poco nostálgico por las nocheviejas pasadas, después de despedirnos me di una vuelta por el pueblo.




Cuando terminé de creerme fotógrafo me dieron las 5 y al llegar a casa puse la alarma a las 12 y me acosté corriendo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina