De miradores escondidos, tés orientales y cartas negras

Pasamos la mañana entera trabajando en la cama, yo programando y María haciendo como que estudiaba para su examen de por la tarde.

A las 2 y media empezamos a preparar otras fajitas con el arroz que nos sobró del pollo con curry y a las 3 comimos.

María fue a su examen sobre las 3 y media mientras yo terminaba de trabajar y sobre las 5 los dos terminamos y quedamos en el BBVA de Reyes Católicos, aunque yo llegué antes y la intercepté subiendo la calle. 

Desde ahí fuimos a Calderería Nueva a alguna tetería mientras hablábamos de regalos de navidad, pero al llegar al final de la calle vimos un cartel con una flecha en el que ponía "Ojo de Granada" y lo seguimos hasta que llegamos a un pequeño miradaor desde el que se veía toda la ciudad.

El árbol está estratégicamente colocado para tapar el sol de la foto

Después volvimos a bajar y cazé a María en una metafoto.

Como no teníamos muchas referecias pasamos a la tetería en la que vimos que había más gente y pedimos un té pakistaní, un tuareg y unas pastitas de baklava y mamul.

Casi una hora después salimos y, después de parar de camino en un par de tiendas de ropa, llegamos a la plaza del ayuntamiento donde se suponía que el espectáculo de luces empezaba a las 7 y media, pero después de estar un rato esperando no empezó nada (aunque sí que vimos un trío de abueletes magufos con una pancarta bien grande que decía que las cruces invertidas de las luces eran satánicas).

Desde ahí fuimos dando un paseo hasta casa de Daida, donde nos esperaba con Juan y Anthu, y después de hablar un ratete nos pusimos a hacer unos perritos calientes para cenar.

Con el estómago lleno volvimos al salón y jugamos un par de partidas al mentiroso antes de sacar las cartas contra la humanidad.

Está feo usar el blog para fardar pero confié en el corazón de las cartas y saqué a Exodia, ganando inmediatamente la partida.

Estuvimos jugando casi hasta las 12 y media, que nos dimos cuenta de la hora, y después de dar una vuelta tirando cartas sin mirar la pregunta recogimos rápidamente y nos fuimos para casa sin mayores despedidas.

Llegamos tarde y al día siguiente nos levantábamos bastante pronto, así que después de una partida al Pokémon Unite y unos cuantos tistós nos fuimos a dormir.

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