De escondites repetidos y drogas empatógenas

Aunque era día laborable opté por pedirme vacaciones, y como María tampoco tenía mucho que hacer, nos terminamos levantarnos a las 12 para terminar de hacer los crêpes que nos quedaban. 

Desayunando tan tarde no hicimos la comida hasta las 16, unos filetitos de salmón con patatas laminadas a la plancha que para sorpresa de todos quedaron muy ricas. 

Jugamos un par de partidas muy interesantes al Unite, y pasamos el resto de la tarde perreando en la cama hasta que a María se le ocurrió la maginífica idea de jugar a las tinieblas. Solo diré que María se escondió en los mismos sitios que yo y que a pesar de dar ella la idea de jugar le daba miedo la oscuridad. 

✌️🤡✌️

Tras ganar estrepitosamente, me puse con el blog mientras María se duchaba. Como puede ser que estuviese más en FF que escribiendo, le dio tiempo a ducharse, maquillarse, vestirse y casi ir y volver a casa de Daida antes de que yo me fuese a la ducha. Al final, María tuvo que esperarme y llegamos tarde (puede ser que a partir de aquí esté escribiendo María). A esto último tampoco ayudó que tuvieramos que pasar por el Carrefour NO Express. 

Habíamos quedado para darle una sorpresa de cumpleaños a Anthu, que llegó sobre las 22 acompañada de Miguel y después de estar un rato jugando a adivinar si amigos nuestros eran gays o heteros solo por fotos de instagram pedimos para cenar al Mc Donalds.

Daida y María sacaron una tarta con velas y vengalas que no encendían, y le cantamos todos juntos el cumpleaños feliz. 

Todos estábamos bastante satisfechos con la comida así que dejamos la tarta para otro día, puede que algunos se comieran media calavera y fuimos al Queen's Karaoke, un antro parecido al Tagomago. Pedimos un par de canciones, pero no tardamos mucho en irnos ya que como es bien sabido: "a partir de las 2 no puede pasar nada bueno" (dicho que se acaba de inventar María). 

Llegamos a casa y tras embobarnos con varios Tik Tok (los carga el diablo), nos fuimos a dormir deprisa.