De almagreños por Granada y ollas a presión a punto de explotar

Habíamos quedado con las Santacruzes y Sergio para comer (aunque Juan no estaba en Granada), pero acostándonos a las 6 no nos levantamos hasta las 12 largas, y entre que nos duchamos, compramos unas cervezas y unas pastitas para llevar y llegamos en bus no pasamos a su urbanización hasta las 2.



Aunque María S. nos indicó un camino por whatsapp nos quedamos hipnotizados con la piscina común y nos pasamos la puerta de su bloque, y después de buscarla finalmente la encontramos y subimos a su piso.

Estuvimos tapeando mientras se terminaba de hacer el arroz y de freir los huevos, y comimos contando historias de la Mati y sus brotes psicóticos.



Coral y Sergio querían salir pronto para Almagro, así que poco después del café (y de las pastitas) recogimos, nos despedimos de María S. y nos acercaron hasta Neptuno y desde ahí volvimos andando al piso haciendo una miriparada por el Bimba y Lola de Recogidas para bichear bolsos.

Cuando llegamos al piso recogimos la ropa tendida y María se puso a hacer una cosas del máster mientras yo terminaba las entradas de estos días, y luego nos pusimos a cocinar varias cosas para estos días, como un paté de berberechos o una crema de verduras.


POV: eres María y estás cocinando una crema de verduras

El problema fue que la olla a presión tenía la tapa rota y no nos dimos cuenta hasta que la cerramos, empezó a hervir y vimos que se salía el vapor por un lado, así que después de ponerla a enfriar bajo el grifo la abrimos, lo vimos, y terminamos de cocer las verduras a lo clásico.




Cuando terminamos las dos cosas hicimos un par de tortillas y con un vasito del puré cenamos, y después de terminar de recoger jugamos un par de partidas al Pokemon Unite.



Después nos fuimos a la cama, vimos un capi de The Office y lo paramos para irnos a dormir prontito y madrugar mañana para irnos a Málaga.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina