De teatros en ruinas, bereberes nómadas e ingenieros hardware

Estoy escribiendo esto el miércoles a las 12 de la noche y mañana tengo cosas que hacer antes de irme a Copenhague así que vamos rápido. 

Como en Madrid era la Almudena y yo me rijo por el calendario laboral de esa comunidad no tenía curro, así que gasté la mañana en ir a ver por fin el Teatro Romano de Cádiz.

Después de tender una lavadora con la ropa que me había puesto estos días fui al centro andando por el paseo marítimo y me crucé con un pavo con una Bancorreos.



Como ya sabía donde estaba pude ir directo, no como el primer día que tuvimos que callejear dando varias vueltas hasta encontrarlo y como es gratis pasé directo.

Al principio hay un pasillito con murales a los lados que te cuentan la función de los teatros en la sociedad romana.



Cuando terminas de verlo, y después de recorrer un pasillo lúgubre de piedra llegas al teatro.


Después de subir la escalinata llegas a la parte de arriba y tienes estas vistas. 


Y pensar que gasté mi día libre en Cádiz en ir a ver esta puta mierda en lugar de ir a surfear o darme una vuelta por el centro, me cago en mi vida.

Después de irme me di una vuelta por unos puestos que habían puesto en la plaza del ayuntamiento.


Para volver al piso fui por la playa, y con el implacable sol que hacía tuve que improvisar un turbante con la camiseta cual tuareg entre las dunas.


Llevo 3 días vagando por el desierto sin comida ni agua

Llegué a la 1 o así a casa y me puse a hacer la comida para el Diego y para mi, garbanzos con espinacas.


Después de comer y de la obligatoria siesta de mi amigo ciudadrealeño fuimos a dar una vuelta con el carveboard por el paseo marítimo y a hacer tremendos trucos como si fuéramos el mismísimo Tony Hawk.


Volvimos a casa a dejar el skate y coger los abrigos y fuimos andando hasta el Corte Inglés a buscar unas sillas gaming ergonómicas para el Diego, y después de dar un par de vueltas por la sección de electrónica y probar el nuevo Mac las encontramos.



Ninguna le convenció especialmente, así que fuimos a por algo de comida para cenar en casa de Jose y acabamos en el supermercado de la hamburguesa y la corona que no ha pagado para que este blog le haga publicidad (un Burger que había en la planta de arriba).


Yo me pedí la oferta de abajo a la izquierda

Después fuimos andando hasta la casa del Jose en la calle de Granja de San Ildefonso.



Nos lo encontramos cacharreando con su nueva FPGA que se había comprado para estudiar.


Después de que nos enseñase el piso mientras calentábamos la comida fuimos al salon a cenar mientras hablábamos del inminente criptoinvierno, de clases de inglés y Jose nos contó historias de su curro en Tecnobits y de los despidos.


Sobre las 12 nos fuimos y después de despedirme del Jose volvimos a casa en bus.


Al llegar a casa vimos al Rafa por primera vez en todo el día, que no había podido venir por una fiesta en casa de su jefe, y después de contarnos los días no tardamos mucho en irnos a acostar.

Con tantas fotos tengo que escribir menos y termino las entradas volado (esta me habrá llevado 10 minutos, para el interesado lector).

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