De presentaciones de libros, perretes cimarrones y litronas con escritores
Para comer hice unos tortellini de espinacas y ricotta en salsa de nata y gorgonzola.
Suena mejor de lo que luego estaba, la verdad. La pasta se me quedó dura y la salsa, contra todo pronósitico, estaba bastante insípida.
A las 5 y media era la presentación del vibrante libro Filosofres de Nerea Blanco, y Daniel Bernabé vino con ella. Quedé un poco antes con María para ir a verla, y de paso por fin conocimos a Marinche, la amiga de Jaime.
Fue una hora y media de presentación en la que Álvaro y Jaime se alternaban para hacerles preguntas y
ellos se turnaban para responderlas.Cuando terminaron los dos escritores se fueron a tomar algo y los libreros, Marinche, María y yo nos fuimos a casa de Jaime a pasar la tarde. Intentamos aprender a jugar al Throw burrito pero el perrete de Jaime nos interrumpía constantemente y claro, así no hay quien juegue.
Pedimos unas milanesas a la Buenos Aires y cuando llegaron media hora después comimos en familia.
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Contentos después de cenar |
Marinche tenía que irse a casa para madrugar y estudiar, pero el resto nos fuimos al AirBnB donde pernoctaban Daniel, Nerea, su madre y su tío.
Lejos de tener una conversación muy elevada, que era lo que imaginaba después de la presentación, lo pasamos genial hablando de las primeras tonterías que se les ocurrría; desde lo amarga que estaba el agua de Almagro hasta cuánto se tarda de Granada a Galicia andando pasando por los escritores con los que tenían beef.
Sobre la 1 se empezaron a retirar a sus respectivas habitaciones y entendimos que era la hora de irnos a dormir. Al salir nos dimos cuenta de que no nos habíamos hecho ninguna foto y aprovechamos otra puerta azul que teníamos en frente.
Al llegar a la ronda nos despedimos de los libreros y acompañé a María a casa, nos quedamos un ratete hablando y terminé acostándome a las 3 y algo.
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