De libreros pillados in fraganti, regalos almagreños y amigos runners

Estuve trabajando hasta las 5 y algo y después de mirar algunas movidiñas en internet me fui a Macondo donde sólo me encontré a Jaime; el otro librero había ido de comercial a una presentación de un libro a la biblioteca, así que me acerqué a ver si le veía y le volví a cazar como un paparazzi.



Como estaba to concentrado le dejé y me fui al chino de la calle de la Feria y a los mozárabes de la Báscula buscando un sombrerito guapo para un disfraz de Catrín pero no tenían nada que me convenciese. Como ya eran las 8 volví a casa a freirme unas croquetas e ir terminando de preparar las cosas para irme a Madrid mañana mientras Jaime terminaba en la librería y nos íbamos a correr.

Entre unas cosas y otras Jaime se lió y yo caí en que ya que los padres de Carol nos iban a regalar un sofá (que nos va a tocar llevar mañana al piso a mano) estaría bien tener un detalle con ellos, y sabeedor de que son fanáticos de las berenjenas de Almagro me acerqué a comprar un bote.



Volví a casa, dejé haciendo una empanada en el horno, me cambié corriendo y salí a hacer fartlek con el Jaime, y después es una media horilla estábamos cansados pero contentos.



Volví a casa, cené el cuarto de empanada que quedaba y terminé de preparar las cosas que me iba a llevar mañana y las que los libreros me iban a acercar en coche, me bajé algunos vídeos de CSGO para verlos en el móvil en el AVE, puse la alarma a las 5 y media y me fui a acostar.

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