De festines pantagruélicos y tardes en familia

Aunque Víctor llegó de madrugada y Raquel se levantó muy temprano yo permanecí ajeno a todo e mi letargo y no me desperté hasta que a las 9 y algo mi tío fue a hacerse un café, y aproveché para levantarme y desayunar.

Aunque los demás tenían clase y trabajo yo me me había pedido el día de mudanza, así que pasé la mañana en e salón leyendo The curious incident of the dog in the night-time.

A las 3 llegó Esther, terminamos de preparar el cocido y comimos como sultanes. No terminamos la remesa hasta las 5 y media, que nos tumbamos en el sofá y casi nos quedamos todos dormidos.

Esther se fue justo cuando llegó Raquel de trabajar, y nos quedamos los 3 viendo la tele, cocinando y charlando hasta por la noche, que vimos un capítulo de la Resistencia mientras cenábamos algo más por gula que por hambre después de haber comido tanto.

Ahora son las 12 y cuarto y ya se han ido todos a dormir, y yo le he pillado el portátil a mi primo, un Lubuntu que no puede ir rápido ni con un SSD, para hacer las entradas de ayer y hoy y whatsappear un poco


Mi compromiso con el blog es admirable

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina