De casas de subastas y perros retraídos

Me desperté a las 8 y algo cuando mis tíos se empezaron a preparar para ir a pasar el día al campo y ya que me quedé con ellos desayunando. Cuando terminamos fui con Raquel al Ahorramás a comprar algunas cosas que faltaban.

Poco después de volver a casa ellos se fueron y yo me quedé matando el tiempo con el libro y el móvil hasta la 1 y algo, que llamé a Esther para ver si al final quedábamos pero me empezó a decir que si iba a tener que ser más tarde que si estaban esperando a no se quién así que me la olí y quedé con Rodri y Carol para vernos por la tarde.

Después de eso llamé a Digi para contratar la línea de internet mientras iba dando un paseo hasta mi piso nuevo para ver que los muebles que le comprábamos estaban bien, se los pagué y volví por el mismo camino intentando memorizarlo porque tiene pinta de que lo voy a hacer bastante.

En casa comí algo de que lo que preparamos ayer por la tarde e hice un poco de tiempo hasta las 7 viendo la Resistencia.

Quedé con mis dos hortalinos favoritos y el perrete de Rodri que se tropieza solo en Marde y fuimos dando una vuelta hasta el parque Alfredo Kraus a tomar algo mientras hablábamos de mi nueva vida en el barrio y nuestros potenciales planes y luego fuimos a cenar al bar que hay al lado del Palacio de Hielo, donde quedamos para comer la vez que Briñas vino a Madrid y se quedó en mi piso a dormir.



Sobre las 11 y media, después de dar al perro la mitad de una de las raciones que habíamos pedido y que estaba malísima, levantamos el acta y me acompañaron hasta la calle Silvano.

Ahora es la 1 de la noche y cuando termine de escribir esto me voy corriendo a dormir porque mañana hemos quedado a las 10 y media con la nueva casera para firmar y pagar y tiene pinta de que el resto del día va a ser bastante largo.

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