De comidas con amigos y abrazos de despedida fraternales

Aunque nos despertamos sobre las 11 tardamos un poco más en levantarnos, y de lo primero de lo que nos enteramos al salir de la habitación fue que el librero que finalmente vomitó no fue el que todos esperábamos.

Empezamos a desayunar lo que pudimos y enseguida llegaron Carol y Rodri, totalmente despiertos y vestidos, a ayudarnos a terminar de recoger lo que quedaba.

Cuando todo estuvo más o menos como antes de la fiesta sacamos la basura que quedaba y fuimos en el coche de Álvaro hasta el ya conocidod Palacio de Hielo donde el Jose nos sirvió tapas de croquetas, patatas, paella y cachopos hasta que todos quedamos llenos.




Terminamos de comer sobre las 4, volvimos directos al coche y después de una despedida emotiva de todos con todos los libreros y María volvieron a su pueblo de origen y los demás volvimos en metro hasta Hortaleza.

Rodri y Carol se quedaron en casa del primero y Anto vino a la nuestra a por las cosas y enseguida nos despedimos, aunque no me enteré hasta poco después de que fue por última vez.

El resto de la tarde la pasamos en el piso recuperándonos del finde y reponiendo fuerzas para pasar la semana. Por la noche hicimos entre los dos el poke de tartar de salmón, aguacate y mango que en teoría íbamos a comer (aunque los planes cambiaron a última hora), vimos un par de capítulos de Steins;Gate y a las 12 y poco ya estábamos en nuestras habitaciones (aunque yo me quedé un ratete más con el ordenador).

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