De programar en librerías, vaciar piscinas, ir al cine y alimentar conejos

Acostándome a las 4 me permití el lujo de levantarme a las 9, y a las 11 me fui a Macondo a desayunar y me llevé el portátil por si se me liaba. Era el turno de Jaime y María ya estaba allí, y fuimos a la pastelería de enfrente a comprar una palmera y una empanadilla de cabello de ángel mientras Jaime nos preparaba unos cafés.

Para sorpresa de nadie se me lió y me quedé lanzando las AA para prever qué iba a pasar el finde y alguna que otra movida de documentación. Sobre la 1 María se fue para hacer quereseres y llegó Natalia, que se iba a Cádiz por la tarde.



Comí en casa, curré media horita más y me puse a vaciar y vaciar la piscina, que llevaba puesta desde que la montamos para mi cumple y le había empezado a salir un poco de verdín.

Un poco bastante

Habíamos quedado para ir a ver Dune a la sesión de las 10 y media y me llevé el coche. Primero fui a recoger a María a la escuela de música, luego fuimos a por Jaime (que estaba en casa de Álvaro porque se le había olvidado la mascarilla), luego a por Edu y de ahí a Ciudad Real.

Cuando llegamos los compadres se bajaron a comprar las entradas mientras María y yo aparcábamos (con algunos contratiempos), y como nos sobraba tiempo cenamos en el Burguer.



La peli terminó a la 1, y no estuvo tan guapa como me esperaba (y más cuando me enteré al final de que solo era la primera parte y me la había dejado a mitad).

Cuando volvimos a Almagro dejamos al Edu y luego a los libreros e iba a dejar a María cuando, dando la vuelta, vimos que iban a la plaza y caímos en que estando Natalia de viaje el cuidador de Arroz era Álvaro, así que cambiamos el rumbo rápido, callejeamos por un par de prohibidas y llegamos a casa de Natalia justo a la misma vez que ellos. 

Dejamos el coche en mitad de la calle y pasamos todos a alimentar al lepórido.



Cuando tuvo víveres suficientes para pasar la noche volvimos al coche, volvimos a acercar a casa a los libreros y fui a la de María, nos quedamos un ratete hablando en el coche y entre que llegué a casa y me metí en la cama me volvieron a dar las 4.

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