De días de curro tranquilos y correos al soporte de Nintendo

Al salir de casa por la mañana me encontré de cara con Pedro V. y fuimos a la oficina juntos mientras me contaba su indecisión entre vivir en Albacete y Alicante.

Una mañana de curro clásica, aunque la mayoría de la peñita telecurraba y estuve prácticamente solo con Jorge (ya hasta Hristo pasa de nosotros).  Me he dado cuenta de la cantidad de tiempo que paso hablando al día con el Jorge. Es que hasta hemos comido lo mismo, lentejas.


La idea de la tarde era ir a ver otro piso, pero empezó a llover muy fuerte y no tenía ni paraguas ni abrigo así que llamé para cancelarlo y fui a casa, donde estuve un ratete con el Valhalla y otro intentando desbanear la Switch del primete de la potencialmente mejor persona del mundo, Bea.


Depsués seguí un rato con el Valhalla y, como mañana me voy a Almagro y no quería dejar alguna misión de la historia principal a medias, estuve escalando atalayas como si fuera Adam Ondra.

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