De cocineros coordinados, playeros y gamers

El plan de hoy era cocinar y comer todos juntos. Sobre las 11 fuimos al Día a por los ingredientes para una paella de pescado, donde de casualidad nos encontramos al Jose y nos dijo que no iba a poder venir. Al llegar a casa, y como una mente colmena, trabajando codo con codo para coordinarnos totalmente, convirtiendo la cocina en un salón de baile (en realidad no estábamos molestando todo el rato en una habitación tan pequeña).


Además, Antoñete traía de casa una masa de croquetas con cebolla y champiñones y Sara preparó un quiché de espinacas y huevo, y terminamos comiendo como marajás.


Al terminar de comer pusimos Greenland en la tele y la estuvimos viendo mientras hacíamos la digestión hasta casi las 6, que bajamos a la playa.

Antoñete y yo estuvimos jugando a las palas y bañándonos, y un rato más tarde llegó Jose con la perrita y estuvimos haciendo turnos para jugar con ella hasta que, como siempre, el frío nos hizo subir.


Antoñete no sabía si irse a su piso, pero le invité a unos perritos y se quedó. También le saqué a Irene la porción de la lasaña que le había prometido por Instagram, y al terminar de cenar estuvimos jugando al Exploding Kittens hasta el toque de queda.


Cuando se fueron todos, y como Irene y Diego son gamer, estuvimos jugando al Heave Ho, al Shipped y al Gang Beasts hasta la 1.

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