De anteojos y lágrimas

Me estoy empezando a aburrir de resumir siempre el día de trabajo como tras un día de curro de..., pero claro, he trabajado y esto es un diario, así que creo que fingiré que no me resulta repetitivo.

Tras un día de curro y reuniones fui con Diego hasta el Corte Inglés del Puente de la Constitución a recoger las gafas de ver y de sol que se compró y de paso a ver si veía algo para mi, pero solo tenían Ray Ban y Tommy Hilfiger y se me hacían innecesariamente caras, así que nos piramos a la tienda del otro día.

Llegamos y mientras las encargaba, Diego esperaba fuera y se cruzó con Sara, que pasaba de casualidad a comprar unas chocolatinas para el alumno que mejor nota sacara en uno de sus exámenes, y volvimos al piso hablando.

Cuando llegamos nos pusimos a jugar al Isaac hasta cenar, y luego nos quedamos en el salón cada uno gestionando sus movidas.


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