De avituallamientos y criptocharlas

 Tras una día de curro de reuniones y pair programming, bajé con el Antoñete y el Diego a la playa a jugar un poco a las palas. Después me fui al Día a aprovisionarme, volví y recogí la compra y cuando me quise dar cuenta eran las 8 y media.

A las 9 llegó Jose con una botella de vino de Valdepeñas a cenar y hablar de criptos mientras estaba el fútbol de fondo. Se fue con el toque de queda y repetimos el plan de todas las noches hasta la 1.




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