De gallos díscolos y bebés bacanos

Por la mañana fui con páter al campo a picar piedras y a recoger huevos. Fuimos en bici, y podía hacer perfectamente 8 años que no montaba en una, así que a los 3 minutos de pedalear tenía las piernas ardiendo.


El gallo se puso farruco un par de veces, y casi tuvimos que bajarlo a patadas. Volvimos a casa un poco antes de las 2, y para comer hice la receta de poke del primo Jose.

Los chavales quedamos a las 5 en Ezequiel, y después de casi 3 meses volví a ver al Edu.


Cuando empezó a hacer frío nos metimos dentro de la carpa y estuvimos jugando a los dardos con cacahuetes como los tiradores certeros que somos.


Casi a las 8 fui a casa del Carlos a rendir tributo a Elara con el babero del Cádiz de compré en el Carranza para convertirlo en el bebé mas refachero.


Diegazo había llegado un poco antes, así que estuvimos hablando mientras me aprendían a jugar al Magicka 2. Me piré a casa casi a las 10, preparé unos sandwiches mixtos y vimos F&F: Hobbs & Shaw.

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