De puestas de sol y traficantes de órganos
Lo primero en lo que caí al levantarme fue en lo lento que iba a ser cada día subir las persinas, y así se lo hice saber a Ramoni.
Después de una mañana de curro mientras interrumpia su rutina de pomodoro con falsas promesas de historias interesantes impostergables di cuenta de las croquetas que me hice en Almagro antes de salir mientras hablaba con el Diego.
Por la tarde después de currar estuve intercambiando con Ramoni fotofiltros que te tunean muy bacano.
La idea inicial de la tarde era ir a Mercadona a aprovisionarme, pero sobre las 5 el Diego me dijo que había quedado en el centro y que me dejaba comida pa ir tirando, así que mis planes cambiaron rápidamente.
Estuvimos esperando en la línea 1 de bus a Pilar y a Irene y fuimos hasta el centro (que está en el norte, pasando las murallas de Puerta Tierra) donde nos juntamos con María y Alba y y fuimos dando un paseo hasta el Mercado, donde estaban Sara y Antonio y dimos un paseo por el ayuntamiento y la catedral.
Al final llegamos a la playa de La Caleta a tiempo de ver la puesta de sol.
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