De meteorólogos alpinistas, filántropos munificientes y cantantes somnolientos
Tras un sueño intermitente, me desperté de un coma profundo a las 11 y bajamos a desayunar.
Y después de recoger fuimos a hacer una ruta a la Risca de Valdeprados.
El primer paso tras llegar fue evidentemente estudiar la ruta.
Y nos pusimos a andar.
Y al cruzarlo nos esperaba un campechano anciano de 91 años que se presentó como don José Luis García García que fue el mejor ganadero de España según el Corte Inglés, alcalde de Otero de Herreros (aka Hetero de Horrores) durante 14 años y antiguo dueño de todo el campo que estábamos pisando antes de donárselo al pueblo.
Y tras varios consejos que nos cambiaron la vida seguimos con la ruta.
Cuando terminamos fuimos a Valdeprados a dar una vuelta. Nosotros llegamos antes e hicimos tiempo a la sombra mientras llegaba el resto.
Y acabamos en la taberna de Tomasa tomando algo fresquito.
Al terminar nos volvimos a separar en dos grupos; uno para ir a Mercadona de Segovia a por algunas viandas y una avanzadilla, en la que me encontraba, para ir encendiendo la barbacoa. Pusimos rumbo de vuelta a Garcillán y Carlos aprovechó para contarnos sus truculentas historias conductoras.
Al llegar nos dimos un baño rápido y nos pusimos con las brasas.
Cuando volvieron hicimos las hamburguesas y después de comer pasamos la tarde jugando a juegos de mesa.
Y pasamos el resto de la tarde entre el bádminton, el billar, la piscina e intentar recuperar horas de sueño.
Y por la noche preparamos unas fajitas para cenar.
Preparamos el karaoke y pasamos el resto de la noche cantando (o intentándolo con más o menos éxito).
A la 1 y pico Hristo y yo no podíamos más y nos fuimos a dormir; él se quedó abajo en el salón y yo me subí arriba.
No tardé mucho en dormirme, aunque a la media hora Carlos y Diego me despertaron metiendo un ventilador de la proporción de una turbina industrial a la habitación.
Lo peor fue cuando lo encendieron, que zumbaba como si fuese a despegar, pero tenía tanto sueño que me importó poco para quedarme dormido.
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