De librerías cerradas y sedes limpias

Después de currar me pasé por Macondo a por un par de libros pero, de nuevo, mis peores temores se confirmaron: Jaime no trabaja los lunes por la tarde.

Volví a casa para hacer algunas gestiones y a las 8 y media fuimos a la sede mayera a limpiar los restos de tanto ramo.

Y luego estuvimos gestionando posibles fechas para la comida, aunque por problemas de disponibilidad la acabamos posponiendo hasta septiembre.

Habiendo terminado los mayos de este año quería dejar por escrito algunas reflexiones. La primera es que nunca había tenido tanta amistad con un grupo de adultos (como si yo siguiera teniendo 15 años) y me he encontrado mucho más a gusto de lo que me esperaba; todos son super agradables y simpáticos y no ha habido barreras generacionales en absoluto. 

Aún así evidentemente hay algunas diferencias sutiles con relacionarme con gente de mi edad, como una especie de seriedad más adulta a la hora de hablarnos, que también me gusta bastante.

Por otro lado, nunca había tocado con gente con educación educación musical formal. Siempre que tocaba en grupo todos éramos analfabetos musicales, no había nadie que mandara (porque no había nadie que supiera más) y tocábamos de oído intentando que más o menos sonaba bien. Pero tocar con gente que sabe y tiene muy buen oído musical y, en el caso de Gabriel, que toma un papel parecido al de un director de orquesta, lo hace todo mucho más sencillo.

También me parece muy bonito que sea una tradición en la que nadie pague ni cobre; que todos lo hagamos porque nos apetece participar y aportar a nuestra comunidad lo hace a mis ojos muy bonito.

Y teniendo en cuenta todo esto, y que la música e ir a las rondas me ha gustado mucho, espero con ganas el mayo que viene.

No llegamos muy tarde a casa así que estuve un rato con el Shadows antes de dormir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De viajes egipcios

De reyes de España y reinas del boxeo

De hamburguesas gourmet