De corredores matutinos y santidades mancilladas

Con apenas 5h de sueño encima, a las 9 estaba en el merendero para correr con Alberto.

Incluso a esa hora ya hacía un calor insoportable y decidí que en la próxima me llevaré una botella de agua simplemente para tirármela por encima.

La mañana estaba tranquila así que a las 11 fui a Macondo, estuvimos charlando casi 1h y a la vuelta pasé por el parque de las monjitas, totalmente profanado tras años y años de adolescentes cometiendo fechorías.

Evidentemente terminé tardísimo de trabajar, maté el rato leyendo hasta la cena y no tarde mucho en acostarme.

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