De batch cooking, bullying aviar y noches silenciosas
Pasé el día solo y por la mañana estuve de cocinillas para tener cosas durante la semana.
Después de comer fui a tomar café a casa de Carlos y de camino me encontré un cernícalo siendo apaleado por otro, aunque cuando empecé a grabar las agresiones pararon.
Durante el café, Jose y Rocío nos contaron la disparatada historia de cómo les habían robado y devuelto las llaves del coche por la mañana.
Y a las 6 y media fuimos a dar una vuelta que se nos volvió a liar hasta horas intempestivas disfrutando del conticinio.
Comentarios
Publicar un comentario